Hoy nos tocó actuación del
instituto de Alba, nuestra hija mayor. No se si nunca lo había dicho antes pero
soy muy fan de la adolescencia, a menudo se da una visión negativa de esta
etapa, bien es cierto que no es una etapa fácil pero hay algo en ella que la hace única y es el entusiasmo, la
intensidad con la que estos proyectos de adultos lo viven todo.
Foto por Mary Wilson |
Me maravilla ver cómo cantan,
aplauden, vitorean…cómo la cosa más insignificante les hace saltar de los
asientos y vibrar de emoción. Me lo paso pipa viéndolos y siempre pienso en la
edad maravillosa en la que están estos chicos y chicas y en todo lo que les
queda por vivir.
La capacidad de entusiasmarse por
las cosas es una cualidad vital en cualquier edad y que sin duda
nuestras hijas tienen, y no el entusiasmo por grandes cosas si no la capacidad
de valorar las cosa, a priori ,más insignificantes. Adriana, la mediana se lleva la palma,es el entusiasmo hecho
niña, la niña feliz como bien la
definió su profe de infantil, tanto es así que sin ir más lejos ayer iba
gritando por la calle: hoy es el día más feliz de la semana, hay trucha
asalmonada para comer… y así podríamos poner mil ejemplos diarios.
Una de las cosas que como padres
nos hace sentirnos más orgullosos es en haber criado a nuestras hijas en la
capacidad de sorprenderse cada día y disfrutar, la felicidad no se compone de
grandes hazañas si no de pequeños momentos que te alegran los días.
En este mundo tan consumista en
que vivimos, nos empeñamos en meter a nuestros hijos en la rueda de hacer mil
cosas y comprar mil juguetes para que estén contentos y no nos paramos a pensar
que a veces las cosas más importantes son las que menos dinero cuestan. De
nosotros, como adultos depende trasmitirles ese entusiasmo .
No voy a decir que a nosotros no
nos guste comprar y que el dinero no es necesario y que nos gusta mucho
llevarlas al teatro,al cine o viajar y eso tiene un coste , claro que nos gusta
,pero la clave de que no es necesario invertir mucho nos la dan nuestras hijas
diariamente. Preparando, por ejemplo, las vacaciones de semana santa, Alba nos
dijo: ¿sabéis lo mejor de las vacaciones?, ir cantando juntos en el coche…eso
es un ejemplo claro de que los niños al final valoran los momentos juntos y no
tanto la visita al Aqua Park o a Eurodisney.
Educar a nuestros hijos en el
entusiasmo y el disfrute se consigue con pequeños ejemplos que, si duda, son
más fáciles de lo que parecen. En los comienzos de mi maternidad con Alejandra
cuando mis hormonas estaban a mil y salir de casa era toda una odisea, inventé
un juego con las niñas para no caer en el nerviosismo y el mal humor, se
llamaba “el juego de los retos” y
consistía en que cada vez que lográbamos algo por pequeño que fuera lo
celebrábamos: he conseguido vestirme sin que Alejandra llore, hemos salido de
casa todas peinadas, he encontrado las llaves a la primera, no llueve de camino
al coche…eran y son-a veces aún jugamos-. No os imaginais lo que estasa
pequeñas tontería nos ayudaban. Suponían risas constantes y desdramatizar o sobreponernos a los momentos de caos.
Nos sentimos muy satisfechos de
haber logrado que nuestras hijas
comprendan que una peonza de no se cuántos euros, una visita al kiosko diaria o
un peluche nuevo de moda no les va a hacer más felices que otras cosas que
cuestan menos dinero o incluso son gratis. E insisto que no quiero decir con esto que no nos guste
hacer regalos, viajar o darnos algún que otro capricho pero la clave estar en priorizar,
en hacerles entender que independientemente de que no se pueda por razones
económicas, eso ya es otro cantar, la felicidad en la vida no pasa por consumir
y consumir si no por valorar las pequeñas cosas que la vida cada día nos ofrece.
Foto por Mary Wilson |
Nunca pensé que volvería a curarme de mi herpes, me diagnosticaron herpes genital desde julio del año pasado, hasta que un día investigué en Internet donde vi a alguien que dio testimonio de cómo el Dr. Ogala lo ayudó a curar su herpes. con su medicina herbal natural, me sorprendió mucho cuando vi el testimonio, y también tengo que contactar al médico herbal (Ogala) para que me ayude. Me envió su remedio y me curé por completo dentro de las 2 semanas de tomar el remedio. Estoy muy agradecida con este hombre porque me ha devuelto la salud y me ha hecho feliz de nuevo. Cualquier persona que pueda estar enfrentando el mismo problema o cualquier enfermedad de transmisión sexual debe comunicarse con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com o WhatsApp +2349123794867
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